En mi mente resonaba el estallido de pequeñas piezas en que se había convertido mi corazón.
Miles y pequeños pedazos de recuerdos vividos junto a ella,que ahora se marchitaban como un jardín en una casa abandonada.Y eso era yo, una casa abandonada,deseosa de que alguien llegue y la complete,pero que por mucha gente que la ocupe,nunca dejará de ser eso,viejos escombros de una vida mejor.
Pero entonces llega alguien,alguien que vuelve a levantar cada ladrillo,y forma la casa alrededor de ella,y tu vida se convierte en una canción de los beatles, repitiéndose una y otra vez en el tocadiscos, y entonces la ves entrar por la puerta, y no existe nada más,nadie más puede estropear ese momento, nadie,hasta que te das cuenta que no ha quedado contigo, si no con el chico de la americana negra que llevaba media hora impaciente mirando el reloj, y llegas a la conclusión de que has vuelto a perder, simplemente por eso,por ser una casa abandonada llena de pequeñas inseguridades.
No sé porque coños existen los domingos sin ti,y aquí me tienes,con tiempo de sobra para dar mil vueltas en mi soledad intentando encontrar una posición en la que no te eche de menos,por que no creo que nadie comprenda porque cuando hablo de ti,digo más callándome,porque la mayoría de personas no ven en ti lo que yo soy capaz de ver.
Llámalo como quieras,amor o locura pero quiero vivir allí donde habitan tus lunares,porque hoy es martes, y trece, y tengo celos, tengo celos hasta del aire que se enreda en tu pelo, ese mismo aire que me susurra que hace frío y me reprocha no poder ser tus mantas.
Sin embargo parece que tu no te das cuenta, que probablemente los momentos que están grabados a fuego en mi memoria tu ya ni siquiera los recuerdes, como cuando aquella tarde de abril empezaste a cantar marinero de luces abrazada a una farola mientras la gente te miraba pasmada,creo que ni siquiera te das cuenta de lo necesaria que eres para mí. “Conoces a cientos de personas… y ninguna te deja huella y de repente conoces a una persona, y te cambia la vida para siempre"y ya no sabes vivir sin ella,y empieza acostumbrarte a que tu felicidad dependa de su sonrisa,y a que parezca que tu vida comienza el día que la conociste, y a verla corriendo por el pasillo en bragas y preguntarte que hiciste en la otra vida,para merecerte tal privilegio
Dicen, que no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes,pero yo antes de perderte ya sé la suerte que tengo al tenerte a mi lado.
Poco a poco hemos ido sumando veintiochos, y momentos juntas, y sé perfectamente la suerte que he tenido al encontrarte, hay más de 7.000 millones de personas en el mundo, y yo solo te necesito a ti para ser feliz.
Por que sé lo que es, que una persona dependa de ti, sé lo que es ser para alguien más que una amiga, una hermana, y sé lo que es hacerte reír, y por eso soy la persona más afortunada del mundo.
Dicen también, que hay un verano que es único, y donde te das cuenta de que has cambiado.
Y este ha sido nuestro verano, el nuestro, y de nadie más.
Por que nunca debo estar triste, por que te tengo a ti,y solo por eso ya tengo que ser feliz.
Estando contigo pueden venir millones de putos abriles,que prefiero la guerra contigo a pasar un solo invierno sin ti..
Recuerdo,que hacía demasiado frío para ser una mañana de primavera, el sol parecía una estufa de butano a medio consumir, y yo estaba haciendo la maleta para ir a algún lugar, todavía no sabía donde.
Tenía pensado gastarme el dinero que tenía ahorrado para mi primer coche, en un billete de avión para
poner kilómetros de distancia entre el pequeño pueblo y yo.
Mi madre había muerto hace apenas 2 años, y mi padre se fugó antes de que pudiera conocerle, así que aquí solo me ata mis origines, me repetía una y mil veces, intentando convencerme de que hacía bien yéndome,pero por muy cobarde que fuera dejando mi historia atrás, no podía marcharme sin despedirme de ella, sí, que raro que una chica sea la causante de tanto dolor, parece un patrón marcado de una novela romántica.Así que antes de terminar de hacer lae maleta, arranque una hoja de un viejo cuaderno, y comencé a escribir sin tener mucha idea que iba a contarle. Querida Jimena: Cuando leas esto, yo estaré muy lejos de estas palabras, no me he ido de vacaciones, ni nada parecido, creo que tardará mucho tiempo antes de que vuelva. ¿Por que? Te preguntarás. Creo que marchándome, el dolor quedara encerrado en esta habitación,Pero es que, a veces la nostalgia es tan caprichosa que no necesita argumentos para doler. Me hubiera gustado quitar antes de irme, el cerojo que hace que no veas hasta donde estoy dispuesto a llegar por ti, pero creo que eso no solucionaría nada. Porque lo más importante es eso que no se enseña y contigo aprendí que cuando te mueres por los huesos de alguien y no vas a ser correspondido, el mejor favor que te pueden hacer es darte con la puerta en las narices. Nada duele más en estos casos que un poco de compasión, porque con la esperanza se abre una herida que no deja de supurar. No sé como estoy teniendo el valor para decirte todo esto,pero el dolor cambia a la gente incluso hace decir cosas que antes serían impensables, como este deseo de no volverte a ver nunca más,aún sabiendas de que buscare en la ausencia la más mínima marca de tus huellas,por que en cada poro de mi piel hay rastro de ti, un rastro que por mucho tiempo va a seguir intacto, por muy lejos que me vaya y por mucha gente que conozca. Hasta siempre.
Había marchado a un pueblecito de Inglaterra,donde la niebla atrapa los recuerdos, y la atrapó a ella, dejándola atrás.
Después de un año he pensado en volver,por que aunque vuelva, sé en el fondo, que me habré ido por dentro, no se si por la distancia o porque nunca no fue amor sino espinas o un tren que llego demasiado tarde.
Creo que su herida a cerrado, o por lo menos a parado de sangrar. Ahora he conocido, una chica con tus ojos, como tus ojos, azules, que esconden el océano pacífico.
Que ironía.
Al día siguiente el sol me despertó, encontrándome abrazado a la ausencia de su cuerpo en mi colchón. Me incorporé con la esperanza de descubrirla haciendo el desayuno con una de mis camisas, como siempre pasaba en las películas a la mañana siguiente de encontrar a la chica de tus sueños,pero esta no era una película, y si lo fuera, toda mi vida sería un drama o una tira cómica en algún periódico. Cuando puse un pie en la tarima, toda mi cabeza daba vueltas, todavía embriagada por su recuerdo o por aquel Jintonic que me tome poco después de conocerla. Los primeros pasos fueron inseguros, como si aquel no fuera el mismo hombre que se levantaba de la cama todas las mañanas. Intente buscar alguna prueba, cualquier indicio de que ella había estado allí, que no había sido ningún sueño que se fuga cuando sale el primer rayo de sol,pero ni si quiera había una nota dejando su número de teléfono, alguna prenda suya, cualquier cosa bastaba. Pero solo había dejado su ausencia, que sobrevolaba toda la habitación. Me pasé la mano por la frente, un gesto que había heredado de mi padre, y después de un largo suspiro, intente recordar lo que había pasado la noche anterior, y entonces el vivo recuerdo de su sonrisa tropezó con mi mente.
Querida Clara, lo siento por no haber escrito en todo este tiempo, sé que estarás preocupada
pero no quería hacer más difícil todo esto,no deseo maquillar lo que aquí está pasando y darte unas palabras de consuelo para que esta noche por fin puedas irte tranquila a la cama.
Tengo poco tiempo y demasiadas cosas que decirte, ni si quiera sé si estas palabras algún día las llegará a leer alguien.
Empezaré por lo más importante, hace una semana oí decir al comandante que el martes llegaban refuerzos o todos estos hombres caerían en vano, hoy es miércoles y no se ha recibido ayuda alguna,así que las esperanzas de llegar a casa son cada día menores.
Lo siento, siento no haber podido ser una pareja normal, de esas que discuten, que van al cine, que hacen cosas juntos, cuidan de sus hijos, y se dejan llevar por la rutina...pero las cosas no van a ser así Clara.
Pero quiero que sepas, que nunca me arrepentiré de haberte conocido, y haber tenido un hijo a tu lado, que mientras más lejos estoy de ti, más me doy cuenta de lo feliz que me has hecho, y lo enamorado que estoy de ti.
Pero no te voy a dedicar cada una de las que puedan ser mis últimas palabras, porque no solo tú eres el amor de mi vida.
Querido Gabri, siento no haber pasado cada una de las horas de mi vida a tu lado, verte crecer y ver como te vas, darte consejos sobre chicas, y regañarte cada vez que hagas las cosas mal,pero sé que estarás en buenas manos, que nadie te quiere como lo hace tu madre, y por eso quiero que cuides de ella,por que yo ya no podré hacerlo; no dejes que me eche mucho de menos, y haz que recuerde que la vida es demasiado corta para llorar mi ausencia.
Tienes que ser algo grande, un hombre que deje huella, ser lo que no le dejaron ser a tu padre,pero lo más importante es que quiero que sepas que decidas lo que decidas ser estaré muy orgulloso de ti.
Para despedirme, quiero hacerlo de la mejor forma posible, cantando un trocito de la canción que sonaba en el tocadiscos la primera vez que te vi. Abrázame fuerte y abrázame rápido el mágico hechizo que lanzas esto es la vie en rose Cuando me besas el cielo suspira y cuando cierro los ojos veo la vie en rose. Cuando me aprietas contra tu corazón estoy en un mundo aparte un mundo donde las rosas florecen y cuando hablas, los ángeles cantan desde arriba todos los días las palabras parecen convertirse en canciones de amor dame tu corazón y tu alma para mí y la vida será siempre la vie en rose
Aunque a partir de ahora no esté, sigue viendo la vie en rose Clara
El tequila corría por sus gargantas, avivando su sensación de libertad y uniendo sus almas solitarias. Dos jóvenes bebiendo en una taberna cutre de una ciudad perdida de la mano de dios, tienen demasiados problemas que contarse,pero no estaban ahí para discutir sobre que vida era la más cutre de las dos.Estaban ahí, para disfrutar de su plena juventud, y demostrarles al mundo que son lo suficientemente mayores como para arreglárselas solos. Conozco perfectamente esa sensación, cuando tienes los pulmones empañados de humo y por las venas solo te corre alcohol, un tabernero conoce perfectamente esa sensación, cuando toda la vida parece insignificante y bonita, y los problemas se hunden en un vaso de Whisky del 97. Seguramente si no se hubieran conocido en una taberna de mala muerte, y si mañana recordasen todo lo que están viviendo esta noche, fácilmente formarían una bonita pareja, de esas que van al cine los sábados, y hacen que los domingos sean maravillosos.
Llevo un largo rato observándoles detrás de la barra, debería haber cerrado a medianoche, pero no quiero interponerme entre cupido y ellos.
La chica lleva una americana de cuero y parece que hace tiempo que no sabe lo que dice, seguramente sea la niña de los ojos bonitos de su padre, sonrío al pensar que le harían sus padres si la vieran ahora. ¿Y él? Él tiene la típica sonrisa de colgao cuando conoces a una chica, tiene los ojos rojos y la mirada perdida, estoy seguro que se ha tomado algo,probablemente sea cocaína, creo que no voy a venderle más alcohol,ya va demasiado perjudicado. He empezado a contar sus besos, creo que llevan más de 100, me reconforta ver parejas como estas y no ha viejos marineros borrachos rondando mi bar, y eso que solo llevo un par de horas observándoles mientras limpio los vasos, la Luna es testigo de miles de historias de amor fugaces como esta todas las noches.
Ahora ,solo queda el olor de la hoguera que hice con los recuerdos de las madrugadas junto a él.Todas las mariposas que revoloteaban por mi estómago, se habían escapado en forma de lágrimas.El viento susurraba su nombre, y mi corazón se encogía. La calle a esas horas estaba vacía, acompañando la eterna soledad a la que estaba condenada mi alma,pero era justo lo que necesitaba, que nada ni nadie interrumpiera el paso decidido de mi corazón, que ninguna mirada me recriminara lo cobarde que había sido. Hacía bastante tiempo, que estaba detenida frente a una vieja casa de madera, que años antes había vivido nuestro efímero cuento de amor,pero irremediablemente, tenía miedo. Miedo de los recuerdos encarcelados en las paredes descoloridas de nuestra habitación, me asustaba volver a tocar la cama que tantas veces nos había visto despertar juntos, y que la vieja cocina donde antes se cocinaba para dos, se resigne a cocinar para uno. Y al volver a girar el pomo, de la que era ahora una jaula, el frío y la nada me dieron la bienvenida. Los acordes de la melodía de la vida que había vivido junto a el, ahora sacaba a bailar a mi corazón,dando rienda a un sin fin de sentimientos, y dejando en carne viva cada una de las cicatrices y las heridas que el tiempo y el olvido habían cerrado. Supongo que las lágrimas que bañaban mis mejillas,eran el resultado de desenterrar el polvo de tantos recuerdos, y recriminaciones.¿Tanto te puede cambiar la vida la ausencia de una persona? Todas las fotografías que había colgadas por el pasillo lo afirmaban. Me di cuenta que hacía un cuarto de hora que estaba en apoyada en el marco de la puerta, que ni si quiera había tenido el valor de dar un paso, y cerrar la puerta, el temor de quedarme encerrada para siempre era demasiado grande, pero aunque mi cuerpo estaba inmóvil ,mi mente estaba en otra época.En la época donde las noches no estaban impregnadas de lágrimas, sino que escondían 100 besos, cada uno diferente, donde el frío nunca te acongoja el espíritu, y donde no hay sitio en la mente para soledad, ni la melancolía, cuando nos faltaba el tiempo. Retrocedí un paso, y cerré la puerta principal, quedandome en el inmenso silencio que emanaba la ciudad, apoyada en una de las columnas del porche llegue a la conlusion, de que era hora de recoger los pedazos de este corazón, podrido de latir, y dejar la huella perpetua que había hecho su paso.
